La salud bucodental consta de varias vertientes y todas ellas son muy importantes para garantizar una boca sana. Como paciente, seguramente pienses mucho en el estado de tus dientes y encías. Es lo normal, pero, desde luego, no es en lo único en lo que debes centrarte. Hay muchos aspectos que debes cuidar y, para poder hacerlo plenamente, la mejor opción es acudir con cierta regularidad al dentista. En Dental 130 ponemos a tu alcance un equipo de profesionales altamente cualificados y los medios más avanzados. ¿Cómo muerdes? Las consecuencias de una mala mordida aparecen con el tiempo. ¿Las conoces? ¡Mira!
Ten en cuenta las consecuencias de una mala mordida
- Desgaste excesivo: Una mala mordida, también conocida como maloclusión, hace que los pacientes, en general, rocen sus dientes de una forma desigual y brusca. Eso va provocando un desgaste mayor del estimado de las piezas dentales que, por consiguiente, sufren erosión y pueden llegar a fracturarse.
- Más riesgo de caries y enfermedades de las encías: Es una de las consecuencias de una mala mordida, pero no directamente por la maloclusión, sino porque los dientes mal colocados son más complicados de limpiar, por lo que crece la acumulación de sarro y placa bacteriana.
- Dolor de mandíbula: Una mala mordida va a ocasionar que tengas muchas dificultades para abrir la boca. Eso, a la larga, va a hacer que la mandíbula se resienta. Más concretamente, lo que va a sufrir es la articulación temporomandibular (ATM) Puedes sentir dolores y pequeños crujidos.
- Molestias en la cabeza y el cuello: Son habituales los dolores de cabeza y en el cuello. Si te paras a pensarlo, una mala mordida también hace que los músculos del rostro se tensen en exceso, provocando los dolores.
- Baja autoestima: Son muchas las personas que sienten miedo a sonreír por culpa de una mala mordida. No tienen confianza en ellas mismas y eso repercute en su vida diaria. Una buena salud bucodental va a ayudar a que los pacientes se sientan bien a nivel dental.
Estas son algunas de las consecuencias de una mala mordida, pero también hay que valorar el hecho de que la misma, en ocasiones, puede llegar a generar un importante bruxismo. Por último, también tenemos que destacar que la maloclusión tiene la capacidad de generar importantes dificultades a la hora de hablar. Es agobiante para el paciente sentir que no se puede expresar con normalidad.
¡Cuida tu boca con nosotros!